Mi vida solo ha dado la vuelta una vez.

Voy a quedarme aquí todo el tiempo que haga falta. Estoy esperando la casualidad de mi vida, la más grande. Y eso que las he tenido de muchas clases.
Sí.
Podría contar mi vida, uniendo casualidades.

viernes, 3 de septiembre de 2010

La canción más bonita del mundo.

"No te puedo pedir que te quedes en el tren. Aunque hables de cinturones imaginarios hechos por el futuro mejor ingeniero del mundo, aunque digas que hay hilos difíciles de desnudar.
Te voy a decir que te quiero, dos, tres, dieciocho veces. Que me importas y que estoy enamorada de ti. Que no quiero que te vayas lejos porque un día sin verte es un día casi perdido, por mucho que me joda, por mucho que quiera ser un círculo completo, por mucho que no quiera abrirme a otra persona hasta estar segura. Sí, sé que no apuesto sobre seguro, sé que no hay sólo una perspectiva y que no todo es perfecto, que no hay nada que dure siempre y que los sentimientos no tienen unidad de medida.

No te voy a decir que te bajes del tren, que no te frustres, que me busques, que me encuentres, ni siquiera que compongas otra canción, aunque la primera diese tantas sacudidas a un solo corazón.

No te pienso decir nada de eso. Móntate en el balancín que quieras, búscate la vida en dirección prohibida. No lo impediré. No oirás un -No lo hagas, saliendo de mis labios.

Te diré que por la noche tu camiseta hace menos fría la almohada. Que me despierto y miro el móvil para comprobar si no hay una llamada perdida, un mensaje. Que mis amigos están hartos de oírme pronunciar tu nombre una y otra vez. Que quiero saber de tus canciones, y tus sueños, y tu futuro, y tu pasado, y me pasaría horas y horas escuchándote parlotear sobre algo que no lleva a ninguna parte. Que no la arrancaste. Yo te la di. A ti. A ti, Ojos Claros, porque te quiero.

Te diré que no es conveniencia propia porque a veces, cuando estoy sola, creo sentir más tu aliento que el mío propio. Y te siento caminar. Y te busco entre millones de personas, millones de caras que no son tu cara, millones de bocas que no son tu boca. Millones de tipos que no son mi tipo. Que no son mi nada. Nada.

Te diré que a parte de idiota, eres la persona más reconfortante que conozco. Y que no me parece tan mala inversión. Y que te quiero. Que te quiero. ¿Sólo un poco y sólo a veces? No. Te quiero. Y es una frase muy oída, así que trata de pensar que es única, aunque sea solo por un rato. Y cuando te lo diga, trata de recordar lo mucho que tardé en decírtelo por primera vez. No era inseguridad, no era miedo. Quería que cuando lo dijese, fuese totalmente cierto, como si mi voz dibujase mis sentimientos en frente tuya, exactamente así. No podía ser de otra forma. Trata de recordarlo así y quizá parezca una frase más original.

Por favor, deja que te lleve a mis campos de fresa. Asumiendo riesgos y consecuencias. Pero ven conmigo. Sí. Por favor. ¿Te vienes?"







Pensó que se había vuelto estúpida. Y lo más curioso es que ni siquiera lo lamentaba. Necesitaba escribirle de nuevo, aunque aquella misma mañana se hubiesen visto. Quería verle.

A él.




Y la maravillaba pensar que él quisiera verla a ella.

1 comentario:

  1. Angelpoetico.com te invita a publicar tus escritos en su espacio de poemas, reflexiones, aforismos y relatos.

    No dudes en escribirnos. Una vez aprobado, podrás publicar y ser leíd@ por nuestro creciente número de seguidores.

    Te esperamos.

    Saludos cordiales.

    ResponderEliminar