Mi vida solo ha dado la vuelta una vez.

Voy a quedarme aquí todo el tiempo que haga falta. Estoy esperando la casualidad de mi vida, la más grande. Y eso que las he tenido de muchas clases.
Sí.
Podría contar mi vida, uniendo casualidades.

martes, 5 de julio de 2011

Luces.

Cuántas noches habría pasado allí asomada, a una ventana que ya no le daba esperanzas, ni ambiciones, ni un resquicio de ilusión, esperando a que ese algo apareciese.
Cuántas mañanas habría despertado deseando no haberlo hecho para no tener que enfrentarse a un día nuevo, a millones de falsos -Buenos días, a los 500 gramos de nicotina pegados al pulmón para adormecer el sistema nervioso, o las ganas.
Cuántos días habría estado esperando una casualidad que no llegaba, unos labios que no estaban y una voz que no emitía más que el gigantesco e insultante silencio.
Cuánto tiempo habría pasado en modo de espera.
Cuánto, coño.
Cuánto.